CONSABURENSES POR EL MUNDO. El periodista Vicente Merino sigue cosechando reconocimientos.


En la década de los sesenta del pasado siglo, la revista La Centinela publicó en más de una ocasión que un joven periodista consaburense, era uno de los enviados especiales de Radio Nacional de España, para la retransmisión de los Juegos Olímpicos, de los campeonatos del mundo de fútbol u otros eventos deportivos a nivel mundial.

Francisco Domínguez Tendero daba a conocer en aquella publicación local, con entusiasmo y orgullo consaburense las andanzas profesionales de Vicente Merino González, que como gran embajador de Consuegra, llevaba por el mundo el nombre de su pueblo, presumiendo de llevarlo también en su corazón.

Entonces los consaburenses que andaban de un lado a otro del planeta se podían contar con los dedos de la mano y más si desempeñaban una labor tan popular como en este caso, el periodismo deportivo.

Vicente Merino, “TITO” para los familiares y amigos, nació en Consuegra en 1940, donde vivió su infancia y juventud. Fue alumno del Colegio San Gumersindo de los Hermanos de La Salle. A los doce años marchó con su familia a Toledo, continuando sus estudios en el colegio de los Hermanos Maristas de la capital provincial. Tres años después se trasladaban a Zaragoza, ciudad que los acogió, desarrollando en ella toda su carrera profesional, que se iniciaba en 1961 en Radio Popular de Zaragoza, donde permaneció hasta 1972, fecha en que ingresó en Radio Nacional de España hasta 1998. También dirigió y presentó durante nueve años un programa deportivo en TVE.

Como ya se ha comentado, participó como enviado de RNE en seis ediciones de los juegos olímpicos; cuatro campeonatos de mundiales de fútbol, una Eurocopa de naciones, nueve campeonatos del mundo de balonmano y dos de baloncesto.

También fue la voz durante años, de las retransmisiones en los partidos del Real Zaragoza y el protagonista de la información desde el campo de la Romareda.

Vicente, ha vivido desde la distancia -y lo sigue haciendo- como pocos, el día a día de Consuegra, sin perder  el contacto con sus familiares y amigos. Todos los años viene puntualmente a las fiestas en honor al Stmo. Cristo de la Vera-Cruz, al cual profesa una gran devoción. También lo hace en cuantas ocasiones se le requiere para participar en acontecimientos sociales y culturales, en los cuales demuestra siempre sus actitudes profesionales y el amor al pueblo que lo vio nacer. Para él cobran un significado especial las relacionadas con el colegio de La Salle, en el cual recibió la educación que le sirvió como base de su formación humana.

Entre estos actos a los que nos referimos citamos algunos: presentación del acto del 75 aniversario del colegio San Gumersindo de Consuegra en 2001; pregón de la Semana Santa de Consuegra en 2002; Prólogo y presentación del libro "80 años de fútbol en Consuegra" de Julio García Ortiz en 2004; presentación del proyecto y libro “Consuegra en la Historia” en 2011 y finalmente pregón de la Fiesta de la Rosa del Azafrán en 2013.

Último artículo de Vicente Merino en la revista Ecos Lasalianos de Consuegra.

   
Prólogo de Vicente Merino en el libro "80 años de fútbol en Consuegra"
de Julio García Ortíz, publicado en el año 2005

A los valores adquiridos por Tito Merino en el colegio de La Salle, debemos añadir los infundidos por su padre. Brigido Merino, integrante de una familia muy singular de consaburenses que merecen ser recordados por muchas razones y sobre todo,  por un hecho que no podíamos dejar de citar y que algún día debe ser reconocido por su importancia y trascendencia para Consuegra, como fue el “regalo” de los terrenos de "la Cuesta" en 1962 por parte de su tío Luis Merino, con la segura influencia de su hermano gemelo Brigido.

Desde que comenzamos esta publicación digital La Centinela, nuestra intención es la de reflejar en ella el espíritu de aquella revista que con el mismo nombre, durante una época, fue vínculo de unión entre los consaburenses residentes  en nuestra ciudad y los que en los años 60 y 70 lo hacían en distintos lugares de España o del extranjero, a donde llegaron en busca de trabajo y de nuevos horizontes, los cuales con tanta ilusión y emoción recibían la revista con noticias de su ciudad natal. 

Con aquel espíritu queremos seguir medio siglo después y por ello esta sección de Consaburenses por el Mundo, la iniciamos con un personaje que engloba todos los valores consaburenses más genuinos y tradicionales, por lo que merece todo nuestro reconocimiento.

Vicente Merino cuenta con un amplio palmarés de reconocimientos, y a ellos se une este último concedido por la Asociación de la Prensa Deportiva de Huesca a su dilatada vida profesional . Este premio le fue entregado en el Palacio de Congresos de Jaca, el 21 del pasado mes de abril, por el Presidente de la Asociación Española de la Prensa Deportiva Julián Redondo, en presencia de las autoridades locales y autonómicas de Aragón.






Nuestro protagonista Vicente Merino recibiendo el último premio
 a su dilatada vida profesional.

Las imágenes superiores corresponden al acto de entrega del citado premio. Y a continuación unas líneas que firma el propio Vicente Merino, dedicadas a sus recuerdos y a Consuegra:


NOSTÁLGICOS RECUERDOS


Son muchos, demasiados años de ausencias no deseadas. Períodos de tiempo que nos permiten madurar, para contemplar desde la distancia un tiempo pasado que nos trae recuerdos entrañables, porque la vida se copia en la memoria a la velocidad de la luz, imagen sobre imagen, fotograma a fotograma, palabras, amigos, situaciones… Mi vida comenzó a tener sentido cuando ingresé en el colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Consuegra. Naturalmente era muy niño, aunque lo suficientemente mayor como para saber que estaba ante la oportunidad de mi vida, puesto que allí iniciaba un camino sin retorno, el camino de la vida que te lleva a dónde tú eliges.

Compatibilicé la vida escolar con las actividades propias de la infancia. Lo repito siempre, fueron los mejores años de mi vida. Compartí esa ilusionante etapa de mi existencia con un grupo de amigos. El paso de los años no sólo no ha deteriorado esa línea de afecto que recíprocamente nos brindamos, sino que ha aumentado el nivel de nuestra amistad.

Esos recuerdos infantiles a los que antes hacía alusión, me sitúan en la cuesta, en los molinos, en el campillo, en el amarguillo… la Cuesta era el lugar preferido para inventar aventuras dentro del castillo en ruinas, también para evocar la leyenda cervantina de los molinos de viento, si te situabas estratégicamente en la majestuosa centinela. La Cuesta era por lo tanto nuestra permanente referencia para jugar, con las ondas o las cometas. Las ondas lanzaban piedras que dibujaban una peligrosa línea recta en busca de un objetivo que la mayoría de las veces felizmente lo encontraban en los riscos de la propia cuesta. Las cometas en cambio menos agresivas y más imaginativas, elevaban nuestros sueños por encima del castillo y los molinos. La Cuesta representaba nuestro anhelo por construir un escenario de riesgo y diversión.

Pero a mí el escenario que me seducía era el del salón de actos del colegio de los “hermanitos”. Obras teatrales, autos sacramentales, pero sobre todo los “chavalillos” de Consuegra. En todas estas actividades se escondía la magia del hermano Álvaro. El hizo posible que en nosotros se despertara una cierta inquietud cultural, que nos interesáramos por la bondad de la lectura, por la necesidad de enriquecernos espiritualmente, por la conveniencia de buscar con generosidad la proximidad de nuestros compañeros. La única manera de hacer un amigo es serlo.

Fui uno de los elegidos para integrar el grupo de los “chavalillos” de Consuegra. Cantaba un chotis “Vicentito a mí me llaman” con música y letra del Hermano Álvaro. Tiempos hermosos, recuerdos maravillosos. Maravillosas eran nuestras excursiones al castillo de Guadalerzas en unos destartalados camiones que en aquellos tiempos nos parecían autobuses de lujo, porque nos permitían desplazarnos a lugares a los que los pequeños no teníamos fácil acceso.

Los partidos de fútbol representaban la máxima expresión de nuestra exultante pasión por el deporte. Disponíamos de varios escenarios para jugar, pero casi siempre nos decidíamos por el campo que estaba al lado de la Iglesia de San Juan. Era amplio, tenía dimensiones suficientes, pero sobre todo los árboles nos permitían delimitar rigurosamente las porterías. Allí pasábamos horas y horas corriendo, soñando, discutiendo… siempre hay un momento en la infancia en el que se abre una puerta y deja entrar el futuro. En ese campo de juego comencé a entender la importancia de la generosidad en el triunfo, la humildad en la derrota y en cualquier caso la solidaridad con los demás.

Cada vez que voy  a Consuegra suelo sentarme en algún lugar de las tantas veces renovada plaza, para contemplar la fachada del Colegio de los Hermanos. Su contemplación serena me trae recuerdos que copio en mi memoria a la velocidad de la luz, imagen sobre imagen, fotograma a fotograma y tengo la seguridad de que todos mis amigos de aquella época, pensarán exactamente como yo, que la vida es noble y merece la pena vivirse si eres fiel al compromiso cristiano que un día nos enseñaron en el Colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Consuegra.


Vicente Merino González
Periodista



        UNA VIDA EN IMÁGENES: 
Hemos seleccionado una cuantas fotos de las muchas que hemos encontrado en el amplio álbum de la vida de Vicente Merino para nuestros amigos y seguidores del blog.

Vicente Merino junto a María José Ulla (Miss  España 1964) y
Federico Martín Bahamontes, "el Águila de Toledo"

Con Blanca Fernández Ochoa en Albertville cuando ganó una medalla olímpica

Con el campeón italiano Felice Gimondi

En Calgary con el rey Juan Carlos



Con Ferrer Salat presidente del Comité Olímpico Español

Con Juan de Dios Román, seleccionador nacional de balonmano

Con Epi, jugador de la selección nacional de baloncesto

Con Miguel Indurain

           Con Mari Carmen Izquierdo el dia de su homenaje en Zaragoza,
placa de la Asociación  de la Prensa Deportiva de España

En los JJ.O. de Nagano (Japón)

Con Rafael Recio y Pedro González compañeros de RNE en el mundial de fútbol de México

Saludando al Rey en los JJ.OO de Lillehamer (Noruega)

Con el seleccionador nacional de fútbol Luis Aragonés

             En la ciudad del fútbol de Madrid con Reija, Villa y Marcelino
 en su homenaje por la Eurocopa del año 1964

      Con la plantilla del R. Zaragoza en su etapa de Consejero cuando
 ganamos la Copa del Rey al R. Madrid en Barcelona

Con el futbolista Luis Suarez

Entrevistando a un concejal del Ayuntamiento de Zaragoza y al atleta Luis Maria Garriga


Junta directiva del R. Zaragoza

El dia de su jubilación en RNE














Cerramos estas líneas con esta última imagen, por cierto muy emotiva para nuestro protagonista, en la cual aparece acompañando a su padre Brígido Merino, en el año en que fue Alcalde Honorario nombrado el día 22 de septiembre (Día del Ausente).


Centro de Estudios Consaburenses F.D.T.

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