Acaba el mes de julio inmersos en olas de calor,

 

Acaba el mes de julio inmersos en olas de calor, una tras otra, y las que vengan. Con alguna tormenta seca, como la de ayer, en la que el fuerte viento, derribó uno de los árboles centenarios del Paseo, el último junto al monumento al libro. Pudo ser en ese momento, según nos han dicho, cuando el velo de la novia que entraba a la "Ermita del Cristo", voló también por los aires; ante la mirada atónita de los invitados que se lanzaron en su búsqueda. Y gracias a que no se quedó en ningún tejado, se pudo recuperar, al ir a parar a la calle del Hospital, junto a la Casa de la Tercia.
El párroco complaciente, como no podía ser de otra manera, espero hasta que la novia recupero el tocado, para bendecir una unión, que a pesar del susto, se quedo en una simpática anécdota para la historia de esta pareja de recién casados. A los que deseamos: "que sean muy felices y coman muchas perdices"
Menos mal, que el viento dejo ilesos nuestros molinos, lo mejor que tenemos. Como hemos podido comprobar al mediodía, en el que muchos turistas visitaban nuestro conjunto monumental sorprendidos por la belleza del paisaje, a pesar de la que estaba cayendo.
 
 





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